viernes, 25 de abril de 2014

Necesidad de volverse a Dios y el Perdón de los pecados




"Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios y el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto" (Lc. 24, 46-48)

Aquí aparece lo que Jesucristo dijo, a sus sorprendidos apóstoles, la primera vez que se apareció ante ellos después de haber resucitado.

Así nos pasa también a nosotros, la gran noticia de su Muerte y Resurrección es tan impactante y tan maravillosa, que nos cuesta creerla.

Nos encontramos muchas veces como ellos, entre el asombro, el temor y la alegría.

¡Tanta felicidad nos parece imposible!

Y nos quedamos  paralizados, en la duda, en la sombra.

Como ellos, no acabamos de creer y nos mantenemos atónitos.

Sin reaccionar, sí, sin actuar del único modo que Él desea que lo hagamos.

Nos dice: "Ustedes son testigos de esto"

¿Cómo debemos actuar? ¿Qué debemos hacer?

Debemos lograr que se cumpla la segunda parte de la profecía:

"...que en su nombre se había de predicar a todas las naciones... la necesidad de volverse a Dios y el perdón de los pecados"

Así que pidamos al Señor, su Santo Espíritu, para que se cumpla su voluntad que no es otra que "todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad"

Dios los bendiga y los guarde

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